Descripción
La ciudad -como toda realidad compleja- presenta un alto grado de dificultad para ser abordada desde métodos sectoriales y simplistas -que separan lo que está junto-, ya que, por una parte, aglutina muchos aspectos que están entrelazados y cuyo conjunto suele superar el sumatorio de sus elementos, generando contradicciones a veces muy llamativas; y, por otra parte, la rapidez de sus cambios y la significación paisajística de sus transformaciones urbanas pueden generar un sentimiento de insatisfacción y estrés en sus vecinos, que conduzca a la desidia y al permanente descontento de habitar un territorio dominado por la incertidumbre de estar en continuo tránsito.
No obstante, hay elementos de la ciudad que tienen un carácter mas inmutable, porque justifican su propio emplazamiento y la explican: sus paisajes fundantes -¿podría entenderse Florencia sin el Arno, Cádiz sin la bahía o Sevilla sin el Guadalquivir?- y, en algunas ciudades privilegiadas, también juegan un papel protagonista sus parques y jardines -desde los colgantes de Babilonia hasta el Hide Park londinense, pasando por los jardines históricos de Granada o Sevilla-.
Los jardines deben ser leídos en el marco de sus propias ciudades, como se intenta hacer en este Cuaderno de Paisaje, en el que se quiere ayudar al sevillano y al visitante a Pasear Sevilla a través del Espíritu de sus Jardines, invitándoles a desarrollar diez paseos muy intencionados que le irán mostrando la riqueza espacio-temporal de unas recreaciones de la naturaleza y el placer en una ciudad bella y compleja.
Para ello, se acude a la herencia que nos ofrecen tanto la geografía como otras ciencias sociales y como la filosofía y sus consideraciones sobre el concepto de inteligencia compartida. Y a todo aquel bagaje, añadimos aquí la mirada connotativa de la creación literaria y pictórica en sus distintos paradigmas históricos y en sus versiones más actuales y expresamente destinadas a revelar nuevos relatos de la ciudad y de sus jardines. Con ello -como con toda la colección de Cuadernos de Paisaje- hemos pretendido propiciar la convergencia de miradas como método ineludible de comprensión de la complejidad paisajística, dando testimonio de los resultados de tales miradas convergentes y cursando una invitación a que cada lector -y gozador de los paisajes y jardines que se presentan- le sume la suya.
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